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Cómo llegar a Tahiti

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  El aeropuerto de Tahiti-Faa’a (símbolo PPT) es el único en Polinesia Francesa que atiende vuelos internacionales. Está ubicado a 5 km al oeste de Papeete. Once aerolíneas aterrizan ahí provenientes del extranjero. Desde Europa Salen vuelos de París. Demoran unas 22 horas en cubrir la ruta. Los de Air France (código compartido con Delta) y Air Tahiti Nui (código compartido con American, Air New Zealand, Air Alaska) hacen escala en Los Ángeles, y los de French Bee (código compartido con Air Caraibes), en San Francisco. Desde otras ciudades europeas, además de las opciones vía París, puede uno consultar conexiones con Delta y American vía Los Ángeles, y con United vía San Francisco. Desde Norteamérica Los vuelos desde Los Ángeles duran unas 8 horas. Los operan Air France, Delta y Air Tahiti Nui (código compartido con American, Air New Zealand, Alaska Airlines, Qantas, Air Calin). United Airlines y French Bee vuelan desde San Francisco; recorren la distancia en 8 horas y 30 minutos. ...

La tradición de los hombres afeminados

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  Viste camiseta y bermudas como un tahitiano cualquiera. No lleva puesto maquillaje, tampoco aros ni anillos ni adorno alguno. Hasta el cabello —lo trae recogido en la nuca— muestra una incipiente calvicie varonil. Pero sus movimientos, sus gestos, son amanerados y su voz, algodonosa. Es lo que en Polinesia Francesa llaman mahu o raerae (se pronuncia “reré”), aunque no significan lo mismo. Mahu es un hombre afeminado. La tradición dice que eran primogénitos criados como mujeres para que cuidaran de sus padres en la vejez. Pero los primeros europeos supusieron algo distinto: que satisfacían las desviaciones sexuales de los jerarcas polinésicos. Lo más probable es que el origen estuviera en la costumbre polinésica de prohibir que hombres y mujeres comieran juntos, de la misma comida y del mismo fuego. El hombre ni siquiera podía proveer el alimento para su esposa e hijas; pero sí podía hacerlo el mahu , y así liberaba a la mujer de esa tarea. El mahu , que se considera hombre y e...

Transporte marítimo entre las islas

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El turista que viaja a Polinesia Francesa visita más de una isla; tres, en promedio, y a menudo más. Busca ir de una a otra de la manera más cómoda, más pintoresca y al precio más adecuado. Pensaría uno que el barco es el mejor medio para moverse entre tantas islas. No es así. Quizás por las distancias, quizás porque el Pacífico no siempre le hace honor a su nombre. Por acá el transporte habitual es el avión. Solo a Moorea suele llegar por barco el turista. Cinco catamaranes y ferris cruzan varias veces al día los 18 km que la separan de Tahiti. Zarpan desde el centro de Papeete y arriban en Moorea a la bahía Vaiare. De 30 a 35 minutos demoran las naves más rápidas: la Aremiti 5, la Aremiti 6 y la Terevau, que es la más pequeña (360 pasajeros) y la preferida por los visitantes. Tauati Ferry, que puede transportar hasta 967 pasajeros, hace el cruce en 45 minutos, y a la también corpulenta Vaearai le toma hasta 1 hora. El pasaje de ida más barato (Tauati Ferry) cuesta 8 €. Sube a 11 € en...

Qué comer en tu viaje a Polinesia

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  No es habitual que el turista pruebe los platos más típicos de Polinesia. Rara vez se sirven en los hoteles y restaurantes de turismo. Es que huelen mal; es comida fermentada. Hablo del fafaru , esos nauseabundos trozos de pescado fermentados en una mezcla de agua de mar y cabezas de camarones machacadas; y de las salsas de coco que lo acompañan, mitihue o taioro , de blanca inocencia, pero fermentadas de forma parecida. Pienso también en el pez globo, venenoso, que comen en Anaa y alguna otra isla Tuamotu. Y en platos menos agresivos, pero que tampoco proponen los menús turísticos: el korori , que es el músculo de la ostra perlera, y el varo , crustáceo rayado que parece cruce entre mantis y langosta, y los tupa o cangrejos terrestres, y el fruto fibroso del pandano. Sí saborea el viajero platos de más reciente tradición en los bufés polinésicos de algunos hoteles y restaurantes que los presentan una vez a la semana o una vez al mes. Se conoce esta comida como ma’a tahiti . Ce...

La Polinesia en yate

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Navegar en las islas tahitianas deleita. Las islas brotan próximas unas de otras y en todo momento más de alguna yace a la vista del velero. Buena parte de las travesías, y los anclajes todos, son en aguas rodeadas de arrecifes, las llamadas lagunas interiores, aguas quietas ajenas al mareo, aguas que brillan con azules y verdes de acuarela. En Polinesia se alquilan yates con y sin tripulación. Dream Yacht Charters ofrece cruceros a la cabina, es decir, no requiere alquiler de la embarcación completa. Ocupa catamaranes de 6 cabinas climatizadas: Bali 5.4, Lagoon 620, Fountain Pajot Ipanema 58. Los itinerarios son tres: de 10 noches por las islas de La Sociedad; de 7 noches por Raiatea, Tahaa, Bora Bora y Huahine; y de 5 noches por la laguna interior de Rangiroa. Los precios más altos rigen en julio y agosto; los más bajos, en enero y febrero, cuando llueve más. Tahiti Yacht Charter se especializa en alquiler de catamaranes tripulados. Dispone de 11 categorías —más 3 yates de superlujo—...

Tautira, la Polinesia española

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  En Tautira se oyó hablar español hace 250 años. El vasco Domingo de Boenechea, al mando de la fragata Águila, arribó a esta costa proveniente de El Callao en noviembre de 1772. Se quedó un mes. Regresó otra vez a Tautira en 1774, también en noviembre, con dos sacerdotes franciscanos a bordo y la idea de establecer una misión católica. Me paro frente a una iglesia de piedras color ceniza y techo rojo. Ocupa el mismo lugar que ocupaba la capilla que estableció Boenechea y que celebró su primera misa el 1 de enero de 1775; capilla que, vicisitudes de la vida, acogería para la eternidad el cuerpo del navegante tres semanas después. Boenechea falleció aquel 26 de enero. Antes había firmado, el 5 del mismo mes, las llamadas capitulaciones, en que dos jefes de la isla, Tu y Vehiatua, reconocían la soberanía del rey de España y autorizaban la permanencia de los dos sacerdotes y dos acompañantes (un intérprete, Máximo Rodríguez, y un grumete para tareas pesadas). Pasa una mujer en bicicle...

Qué comprar en tu viaje a Polinesia

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Nada es barato en Polinesia. Algunos licores y perfumes franceses lucen precios interesantes en el duty free del aeropuerto, pero en general conviene enfocarse en productos locales. Buen lugar para comprarlos, sobre todo antes del vuelo de regreso, es el mercado de Papeete y las calles aledañas, hasta la avenida costera o Boulevard Pomare. El jabón de coco, espumoso y aromático, hace un excelente regalo. También los distintos cosméticos derivados del aceite monoi. Pareos y camisas floreadas abundan en los alrededores del mercado. Las conchas de madreperla talladas son típicas y de precio asequible. Hay artesanías hechas de conchitas, coco y madera; también ídolos tallados —los llamados tiki —, grabados en tapa (una especie de papiro) y piraguas en miniatura. Para algunos productos tradicionales, como las cestas y los sombreros de hojas trenzadas, y particularmente la vainilla natural, conviene informarse de antemano si podrían ser requisados en la aduana del país de destino. Tahiti l...

Consideraciones durante tu estadía en Polinesia

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  El collar de flores que recibiste a la llegada, no lo botes cuando se marchite. Déjalo colgando en la habitación. La persona del aseo lo retirará cuando te hayas marchado. En Polinesia la puntualidad es la norma, no la excepción. Es importante estar a la hora para los traslados y los embarques aéreos y marítimos. El agua es potable en Tahiti y las islas principales: Moorea, Huahine, Raiatea, Bora Bora. En las Tuamotu, en cambio, suele ser agua de lluvia. Lo más seguro es beber agua embotellada en todas las islas. Las quemaduras de sol arruinan más de un viaje a Polinesia. Nunca dejes de aplicarte protector solar, por muy nublado que esté. Refuérzalo en hombros, espalda y piernas cuando vayas a nadar con esnórquel. El coral corta con facilidad. En caso de corte, aplicar jugo de limón sobre la herida y repetir una vez seco. Si la herida tiende a hincharse o adquirir la más mínima coloración anormal, consultar en la recepción del hotel. La regla de oro bajo el agua es no tocar nada ...