Nostalgia de los "trucks"
Echo de menos los trucks.
Fueron durante años el medio de transporte público de Tahiti. Eran camiones con caja de madera adaptada para transportar pasajeros. No tenían puerta. Se subía por una abertura en la parte posterior, que en los años ochenta o noventa, no recuerdo bien, se cambió por seguridad al costado derecho. El pasajero decidía si pagaba al subir o al bajar.
Los trucks eran espejos de la vida polinésica. Rostros gauguinescos se sentaban en bancas estiradas a lo largo de los costados y charlaban y liaban cigarrillos y de repente rasgueaban un ukelele y a veces se ponían a cantar.
Había trucks pequeños (unos 20 pasajeros) para los recorridos cortos. En los trucks mayores, esos con capacidad para casi 50 pasajeros y que continuaban pasado Arué y Punaauia, una tercera banca corría por el medio y los bultos grandes se cargaban sobre el techo. No tenían horario fijo. El conductor, a veces una mujer, era el dueño del vehículo.
Todos los trucks llegaban al mercado de Papeete y salían de ahí. En ciertos horarios se llenaban. Uno se corría en las bancas y se apretaba otro poquito más para hacerle lugar al nuevo pasajero. Las ventanas de plexiglás se bajaban y entraba aire fresco. Al caer un chaparrón se volvían a subir. Paradas no existían. Uno tocaba un timbre y el truck se detenía. Era habitual que se desviara para llevar a alguien hasta la entrada de su casa.
Algún truck transportando escolares todavía se ve. Uno que otro (como el de la foto) es ocupado para el traslado de turistas. Pero el truck como transporte público desapareció hace ya años y es una pena.
Foto: Truck en Fakarava © G. Le Bacon / Tahiti Tourisme
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