Tautira, la Polinesia española

En Tautira se oyó hablar español hace 250 años. El vasco Domingo de Boenechea, al mando de la fragata Águila, arribó a esta costa proveniente de El Callao en noviembre de 1772. Se quedó un mes. Regresó otra vez a Tautira en 1774, también en noviembre, con dos sacerdotes franciscanos a bordo y la idea de establecer una misión católica. Me paro frente a una iglesia de piedras color ceniza y techo rojo. Ocupa el mismo lugar que ocupaba la capilla que estableció Boenechea y que celebró su primera misa el 1 de enero de 1775; capilla que, vicisitudes de la vida, acogería para la eternidad el cuerpo del navegante tres semanas después. Boenechea falleció aquel 26 de enero. Antes había firmado, el 5 del mismo mes, las llamadas capitulaciones, en que dos jefes de la isla, Tu y Vehiatua, reconocían la soberanía del rey de España y autorizaban la permanencia de los dos sacerdotes y dos acompañantes (un intérprete, Máximo Rodríguez, y un grumete para tareas pesadas). Pasa una mujer en bicicle...